El Corpus Christi o día del Señor; festividad religiosa que popularizó el papa Clemente V en el siglo XIV, se celebra en Peñas el domingo siguiente al de la Santísima Trinidad (antiguamente se celebraba el jueves).
Los preparativos se inician por la mañana con el engalanamiento de balcones y ventanas; se levantan altares a lo largo del recorrido de la procesión por calles y plazas del pueblo. Alfombras de cantueso, mejorana y tomillo cubrirán las calles esperando su paso.
Por la tarde dará comienzo la solemne procesión con el sacerdote que transportará la custodia bajo palio, al tiempo que los niños y niñas que han tomado la Primera Comunión ese año serán acompañantes distinguidos en la procesión. Las niñas portarán canastillas repletas de pétalos de rosa que arrojarán al paso de la custodia.
Los acordes del Himno Nacional saludarán su salida del templo parroquial mientras una lluvia de pétalos son lanzados al aire acompañados de cánticos sagrados.
El sacerdote irá parando en cada uno de los altares del recorrido, y después de breves oraciones impartirá la bendición al pueblo mientras nuevas lluvias de pétalos olorosos saludarán la custodia.